Bienvenidos a la colección de “Los cromos de la otra liga”.
Es el blog personal de un entrenador de fútbol. Nace con el ánimo de hablar y
debatir sobre lo que habitualmente veo, fútbol amateur, lo que más me gusta.
Lejos de toda la grandeza y glamour que rodea al fútbol
profesional, especialmente en primera división, existen miles de
“profesionales” repartidos por divisiones y categorías inferiores esperando una
oportunidad, o simplemente reconocimiento o satisfacción personal.
Acostumbrados a leer o escuchar en los medios de
comunicación noticias relacionadas con costosos fichajes, cláusulas de
rescisión, representantes, intermediarios, comisiones… nos olvidamos que
existen cantidad de jugadores en divisiones inferiores que se mueven en cifras
muchísimo más terrenales y son auténticos profesionales del fútbol por su
dedicación, implicación, responsabilidad, y en numerosos casos, alta aptitud,
teniendo en cuenta esa importante desventaja económica que se traduce en falta
de medios.
Sólo se nos informa de estas categorías para hablar de lo
mal que están los equipos, de sus deudas económicas, de riesgo de desaparición,
impagos, huelgas, dinero negro… se dice de la Segunda B que es el infierno,
el pozo, el agujero…y un sin fin de horrendos adjetivos.
Pues este entrenador no está de acuerdo, creo que en estos
momentos de crisis que se están viviendo en todos los ámbitos y, por supuesto,
en el fútbol profesional también, categorías como Segunda, Segunda B, incluso
Tercera, y, como no, las canteras y escuelas de fútbol, tienen vital
importancia, ya que pueden ser la llave para aliviar los problemas económicos
del fútbol profesional.
Los clubes de Primera división acumulan deudas con la Hacienda Publica
por más de 700 millones de euros, lo que es un problema, pero peor aún es la
incapacidad que tienen para hacer frente a la misma. Un alto porcentaje de los clubes
son deficitarios, les supone una auténtica quimera presentar un balance saneado
con los elevados gastos que acumulan. La parte más sangrante de estos gastos
son los costes en personal, ese es el quid de la cuestión.
Podríamos comparar este caso con el de la burbuja
inmobiliaria. Al estallar la burbuja inmobiliaria se generó un amplísimo stock
de vivienda desocupada, bien sea por la sobreconstrucción o por las ejecuciones
hipotecarias por parte de los bancos, lo que supuso una caída muy fuerte del
precio de la vivienda. En el fútbol ha sucedido algo parecido, los importantes
ingresos publicitarios y, sobre todo televisivos, supusieron un aumento enorme
del hábito de gastos de los equipos. Los salarios de los jugadores subieron y
subieron de manera casi indecente, pasando a estar, en todos y cada uno de los
casos, totalmente sobrevalorados. Los futbolistas son a la burbuja futbolística
lo que los pisos a la inmobiliaria, y la burbuja del fútbol también ha
estallado.
El precio del futbolista, como norma general deberá tender a
caer, sus salarios también; y aparecerán en escena cantidad de estos
futbolistas de divisiones inferiores y canteranos que están sobradamente
preparados y no tienen porque devaluar el nivel del fútbol español. Y si se
devalúa que se devalúe. Igual que parece que nos va entrando en la cabeza que
un mileurista no puede tener dúplex en Madrid , chalet en Ibiza y Mercedes 4x4; nos va a
tener que entrar que nuestro fútbol no puede tener 2 semifinalistas de
Champions y 3 de Europa League. Hay que reconocer la realidad, y tener lo que
se puede pagar, que Hacienda somos todos.
Nosotros vamos a buscar esos jugadores de futuro, de futuro
inmediato, que hay prisa, esto debería cambiar desde ya. Haremos análisis de
equipos, jugadores y entrenadores. Y serán para muchos totales desconocidos,
pero no por ello peores profesionales. Será nuestra colección de cromos de la
otra liga.
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